Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100205
Legislatura: 1888-1889
Sesión: 1 de diciembre de 1888
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Marqués de Trives.
Número y páginas del Diario de Sesiones: 3, 20.
Tema: Situación parlamentaria del Ministro de la Guerra.

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): Agradezco mucho la rectificación de la teoría parlamentaria que se ha servido hacerme el Sr. Marqués de Trives, y la guardaré para en adelante. Yo veré si el Sr. Ministro de la Guerra quiere venir cuanto antes al Parlamento, y si queriendo venir, los electores le llevan a la otra Cámara o a ésta, vendrá para dar gusto al Sr. Marqués de Trives (El Sr. Marqués de Trives: O la Corona le nombra Senador), o la Corona le nombra Senador, si tiene a bien nombrarle; pero me parece que S.S. exagera un poco la teoría, porque para venir al Senado o al Congreso a presentar y defender sus planes o proyectos de ley , no se necesita que un Ministro sea Diputado ni que sea Senador; para lo único que es necesaria semejante investidura, es para votar sus propios planes; pero precisamente el Sr. Ministro de la Guerra lo que desea es que se los voten los demás, porque cree que su voto es el que menos vale, y desea dar a su obra la mayor autoridad posible. De manera que, como el Sr. Marqués de Trives comprenderá, da al asunto unas proporciones que ciertamente no tiene.

Es claro que generalmente los Ministros salen de las Cámaras, bien sea del Congreso, bien del Senado; pero eso no ha sido obstáculo, ni lo es, para que alguna vez no salgan del Senado o del Congreso; y cuando vienen de fuera del Senado o del Congreso, créame el Sr. Marqués de Trives, es más reprensible y más extraño que se fuerce la máquina para traerlos a uno u otro Cuerpo, que no el dejar que las cosas vengan naturalmente, sin precipitación y sin violentarlas, que eso es lo que nunca debe hacer ningún Gobierno, ni ningún Ministro que se estime en algo y que entienda que ha llegado al Ministerio por sus personales merecimientos. Y puesto que el Sr. Marqués de Trives da al señor general O?Ryan tanta competencia en asuntos militares, le considera tan digno dentro de la milicia, y confía en que ha de cuidar de los intereses del ejército; y como el Sr. Ministro de la Guerra viene al Ministerio a eso y no a otra cosa, créame el Sr. Marqués de Trives, la primera cualidad que se necesita para responder a esos fines es ser un general entendido y de gran prestigio, porque vale, seguramente, tanto como el ser Diputado o Senador, aun cuando no le estorbaría ninguno de estos dos cargos.

Por lo demás, el Sr. Marqués de Trives podrá creer todo lo que quiera respecto a la salud del Ministerio. Ya hace tiempo que vengo oyendo que el Ministerio está enfermo; de manera que es una enfermedad que dura mucho tiempo, y es posible que con la enfermedad dure más tiempo todavía que aquellos que se consideran muy sanos; se han dado casos, y me parece que eso es lo que va a suceder ahora, con disgusto, por lo visto, del Sr. Marqués de Trives. [20]



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